Fue su discípulo, pero no aprendió lo más importante

En 1989, luego de asumir la presidencia en forma anticipada, Carlos Menem hizo una de sus primeras magistrales piruetas: fue a visitar al almirante Rojas y se dio un abrazo con el. Golpe de efecto genial. ¿Sincero? No lo sabremos nunca. No tengo registro de que Menem se haya referido a esa acción con posterioridad. Lo concreto es el mensaje y el significado del hecho: olvido y reconciliación. Punto. Las dicotomías y los enfrentamientos no son buenos para los negocios.
Mauricio fue discípulo de Menem pero el día en que el temario del profesor apuntaba como dar golpes de efecto y aprovecharlos políticamente, ese día Mauricio de fue a comer un asado con sus amigos del Newman.
Pudo Maurucuo haber dado un golpe de efecto, si hubiera aprendido como, cuando y para que hacerlos.
Los que ha hecho hasta ahora (decretazos, despidos, lo de la banda presidencial, el Afsca, los jueces de la Corte, etc.) son todos para la hinchada propia. ¿pero que sentido tiene asegurar a los que ya tenes asegurado? El para que del golpe de efecto es atrapar a los que no son tuyos, a tus opositores. Después de que Menem se abrazo con Rojas dejo de ser un peroncho populista para convertirse, para el gorilaje, en un estadista visionario.
Todo lo hecho por Macri hasta ahora no hace más que preparar el estallido de una reacción no menor de importantes sectores de la sociedad que están siendo humillados y maltratados.
La amenaza de persecución  judicial a CFK y su intento de concreción seria el detonante de una reacción violenta en las calles.
Macri pierde una muy buena oportunidad para sumar a los que están ahí, en el medio, con alguna duda. Su legitimidad es relativa: no alcanza el 51 % de los votos si tiene en contra un 49 %. Por eso debe construir esa legitimidad, con actos sinceros o con golpes de efecto interesados. Al contrario, lo que está haciendo es exacerbar la confrontación.  En ese sentido parece haber sido más discípulo de CFK que de Carlos Menem.
A los amigos hay que tenerlos cerca. Y a los enemigos más cerca todavía.