Análisis
La situación es, como 2003, nuevamente anómala: no son los poderes corporativos los que definen las opciones electorales que se someterán a la voluntad popular. Las verdaderas PASO se han dirimido, esta vez, en el planeta de la política, donde las leyes de física social responden a otras lógicas. Los presidentes argentinos que forjaron la organización nacional, contando desde Mitre en adelante, pasaban por el examen implícito de los poderes fácticos, desde fines del siglo XIX a principios del siglo XX. Todos entendieron y creyeron con sinceridad que la grandeza del país sólo podía pasar por la grandeza del sector agropecuario y de la clase social que lo encarnaba. Roca fue un advenedizo provinciano que supo incorporarse a esta clase, asumiendo un rol más que activo en defensa y promoción de sus intereses, siendo premiado con la presidencia. Otros presidentes fueron de extracción puramente oligarca y el trabajo corporativo pasaba por definir quien defendería mejor los intereses del s