No tengas miedo

Las personas tienen una posibilidad limitada de observación de la proyección de los acontecimientos. Esa posibilidad depende de la posesión de una capacidad o habilidad para hacer esa proyección. Esa capacidad de proyectar lógicamente el curso de los hechos depende a su vez de diversos factores subjetivos y objetivos: una capacidad intelectual individual, dependiente a su vez del acceso a la educación y la cultura, una posibilidad de acceso y manejo crítico de la información, una situación contextual de relativa estabilidad, un carácter personal curioso y volcado al interés por realizar esa proyección. La posibilidad de proyectar, sino se traduce en la posibilidad de un accionar pragmático que afecte de manera positiva la propia existencia, se torna en una situación de frustración personal. Es decir que la posibilidad de proyectar debiera ir acompañada de la posibilidad de accionar. En otras palabras, estoy enunciando la vinculación necesaria entre teoría y praxis. El común de la g

Macri... Trump... Temer... ¿Que otras anomalías pueden aparecer en el horizonte? Néstor y Cristina fueron dos anomalías... Que resultaron positivas. ¿Depende del azar la definición del conductor de una sociedad? En una monarquía el sucesor del rey era su primogénito. Hubo sucesiones afortunadas (Carlos I y Felipe II de España) y hubo sucesiones desafortunadas (Carlos II de España). Dado que el cargo no era electivo por el pueblo, este único que podía hacer era quedar a merced del azar y disfrutar de tiempos prósperos o bien de sufrimiento, según sea el monarca que tocaba. Hoy en día ese sistema, sabemos, ha desaparecido. La "ventaja" de la democracia es que si elegimos mal, tenemos la oportunidad de volver elegir en un determinado lapso de tiempo (y volver a equivocarnos), y mientras sufrimos los desaguisados de un mal gobernante el sistema nos permite expresar libremente nuestra disconformidad. Otra ventaja es que, supuestamente los cargos electivos reparten entre las rama

Cumplido el primer año de gestión del presidente Mauricio Macri el panorama, es evidente, no se presenta como muy alentador. La situación económica y social de los tres líderes de la región (Brasil, México y Argentina) es por lo menos, preocupante. El denominador común, desde la política, lo constituye un giro marcado de algunos gobiernos de las región hacia posiciones de derecha, por caso Macri en la Argentina y Temer en Brasil. Otros gobiernos de corte digamos populista (uso el término aún a riesgo de su conflictivo significado) como el de Evo Morales en Bolivia o el de Correa en Ecuador, se mantienen dignamente, aggiornandose con altura a los renacidos aires neoliberales. Las velas de este giro a la derecha en el caso argentino han sido henchidas más por vientos ideológicos o ideologizados, antes que por análisis técnicos y objetivos. Aunque la conformación de equipos de gobierno con la "crem de la crem" en materia empresarial hicieran alentar esta expectativa. En otras