Cambiemos... El sistema

Macri... Trump... Temer... ¿Que otras anomalías pueden aparecer en el horizonte? Néstor y Cristina fueron dos anomalías... Que resultaron positivas. ¿Depende del azar la definición del conductor de una sociedad?
En una monarquía el sucesor del rey era su primogénito. Hubo sucesiones afortunadas (Carlos I y Felipe II de España) y hubo sucesiones desafortunadas (Carlos II de España). Dado que el cargo no era electivo por el pueblo, este único que podía hacer era quedar a merced del azar y disfrutar de tiempos prósperos o bien de sufrimiento, según sea el monarca que tocaba.
Hoy en día ese sistema, sabemos, ha desaparecido. La "ventaja" de la democracia es que si elegimos mal, tenemos la oportunidad de volver elegir en un determinado lapso de tiempo (y volver a equivocarnos), y mientras sufrimos los desaguisados de un mal gobernante el sistema nos permite expresar libremente nuestra disconformidad. Otra ventaja es que, supuestamente los cargos electivos reparten entre las ramas del poder político, por lo que el presidente puede ser controlado por el Congreso. Sabemos también que en los hechos esos controles son políticamente neutralizables. Todo esto lleva a una serie de dinámicas políticas que colocan a los juegos de poder (obtener, mantener, expandir) por encima de las acciones que hacen a mejorar la vida de las personas.
Hemos de preguntarnos, no sin cierto espanto, si el precio por poder elegir y poder quejarnos no es un poco elevado.
¿Cual ha de ser el sistema que asegure el mejor gobernante posible dentro de un sistema democrático?

Tal vez algunos retoques constitucionales podrían mejorar la situación.

1) El que aspire al gobierno debiera tener al menos una preparación o grado académico y una experiencia previa de gestión, por lo menos provincial. No salten los fundamentalistas de siempre: es restrictivo, si, pero la importancia del asunto exige este reaseguro.
2) También, los que aspiren a funciones de gobierno deberían estar dispuestos a que su historia personal pueda ser registrada y expuesta a la sociedad por organismos oficiales que certifiquen la idoneidad para el cargo. No en cuestiones de índole de su vida personal pero si en lo que hace a su historia profesional y laboral, y también de su patrimonio. También se podrá objetar que sería restrictivo y discriminatorio. Puede ser. Misma justificación.
Ya en este punto, nos quedamos sin aspirantes....
Tal vez sea exagerada la propuesta. Pero si no es así, como hacemos para asegurarnos que quien gobierne sea el más apto? De última es la lógica que se sigue para la contratación de cualquier empleado de una empresa, desde un cadete hasta un gerente. ¿Debemos pedir menos que esto para encomendar el gobierno de un municipio, de una provincia o del país?
3) Agrego también: las plataformas de campaña deben ser un compromiso público fiscalizado por una instancia creada constitucionalmente (Comisión, Asamblea, Tribunal, etc. Con representación de personas sin cargos políticos ni administrativos) y con consecuencias concretas hacia el gobernante que las incumpla.
4) Los cargos de gobierno hasta secretario deben definirse antes de la elección y deben ser presentados al electorado debiendo cumplir las personas propuestas los mismos requisitos que el gobernante.
Los cargos legislativos deben cumplir con los mismos requisitos que los cargos ejecutivos.
5) La transición de gobierno debe darse en un lapso de tiempo definido constitucionalmente. Pueden ser un mes o dos de co gobierno entre el mandatario saliente y el entrante, de manera tal que este último pueda tener un conocimiento cabal del estado en que recibe la administración y la gestión saliente pueda dar cuentas.
6) El mandato del gobernante y del equipo de gobierno que forme, debe extenderse como mínimo a 6 años, con posibilidad de reelección por un segundo periodo de 4 años.
7) Un margen de diferencia de menos del 10 % en el caso de un ballotage, entre el 1ro y el 2do implica formar un gobierno de coalición entre las dos fuerzas políticas, con la obligación de consensuar las principales políticas y participación efectiva en los cargos ministeriales.

Son solo algunas ideas.