Jugando con fuego
El bombardeo de saturación al que está siendo sometido el gobierno nacional, por parte de los medios de comunicación hegemónicos, está rindiendo sus frutos.
En este momento, la gestión de CFK parece ir a la deriva, parece estar perdiendo la iniciativa. No hay reacción ante el ataque. Las espadas de 678, de Victor Hugo o de Carta Abierta son insuficientes y parecen estar perdiendo terreno ante los sectores intelectuales de la sociedad.
El desastre del Sarmiento, la novela de Boudou y la imprenta Ciccone, el Proyecto X, la gaff con los docentes... todos elementos que indican que el gobierno fue tomado con la guardia baja. No es el estilo K. Todas estas debilidades contituyen la más maravillosa música para los enemigos del gobierno.
El peligro es que la constelación formidable de enemigos que se abroquela contra el gobierno caiga en el síndrome del escorpión. Es conocido el popular relato del bichito que pica mortalmente a la rana en el medio del rio, justo cuando lo estaba cruzando sobre su espalda. La rana le dice "Por qué me picaste? No te das cuenta que ahora nos vamos a ahogar los dos?" y el escorpión le contesta: "Si, ya lo se, pero es que yo soy así, está en mi naturaleza..."
Si se empujar a este gobierno, si se lo acorrala, se cumplirá nuevamente el designio de la teoría evolutiva: el individuo que no se adapta a su ambiente, desaparece. Si este gobierno no tiene la capacidad para afrontar los embates de la política, entonces natural es que perezca. El problema es que no hay nada a la vista, una alternativa que pueda ser considerada superadora. ¿Con quién podría conformarse Clarín o La Nación, de modo tal que no sigan operando como una nueva guardia pretoriana? Y el que viniese ¿como podría gobernar bajo la tutela totalitaria de estos medios, sin convertirse en un mero agente de esos intereses?
Curiosamente, cuando la economía presenta unos niveles de estabilidad por demás extraños a los últimos 60 años, se realizan esfuerzos superlativos para liquidar esta gestión. Una curiosa y peligrosa novedad, toda vez que los procesos de aniquilamiento de las democracias solían darse en contextos de inestabilidad económica. Ese esfuerzo incluye la increible alquimia de sublimar a Moyano en las páginas de Clarín, en clave de heroica resistencia a CFK.
Sería esperanzador suponer que esta gestión se encuentra en este momento preparando el contra ataque, en terminos políticos, es decir, retomar la iniciativa política. La ha tenido durante 9 años, y no sería alocado pensar que pueda volver a hacerlo.
Por el bien de todos.
En este momento, la gestión de CFK parece ir a la deriva, parece estar perdiendo la iniciativa. No hay reacción ante el ataque. Las espadas de 678, de Victor Hugo o de Carta Abierta son insuficientes y parecen estar perdiendo terreno ante los sectores intelectuales de la sociedad.
El desastre del Sarmiento, la novela de Boudou y la imprenta Ciccone, el Proyecto X, la gaff con los docentes... todos elementos que indican que el gobierno fue tomado con la guardia baja. No es el estilo K. Todas estas debilidades contituyen la más maravillosa música para los enemigos del gobierno.
El peligro es que la constelación formidable de enemigos que se abroquela contra el gobierno caiga en el síndrome del escorpión. Es conocido el popular relato del bichito que pica mortalmente a la rana en el medio del rio, justo cuando lo estaba cruzando sobre su espalda. La rana le dice "Por qué me picaste? No te das cuenta que ahora nos vamos a ahogar los dos?" y el escorpión le contesta: "Si, ya lo se, pero es que yo soy así, está en mi naturaleza..."
Si se empujar a este gobierno, si se lo acorrala, se cumplirá nuevamente el designio de la teoría evolutiva: el individuo que no se adapta a su ambiente, desaparece. Si este gobierno no tiene la capacidad para afrontar los embates de la política, entonces natural es que perezca. El problema es que no hay nada a la vista, una alternativa que pueda ser considerada superadora. ¿Con quién podría conformarse Clarín o La Nación, de modo tal que no sigan operando como una nueva guardia pretoriana? Y el que viniese ¿como podría gobernar bajo la tutela totalitaria de estos medios, sin convertirse en un mero agente de esos intereses?
Curiosamente, cuando la economía presenta unos niveles de estabilidad por demás extraños a los últimos 60 años, se realizan esfuerzos superlativos para liquidar esta gestión. Una curiosa y peligrosa novedad, toda vez que los procesos de aniquilamiento de las democracias solían darse en contextos de inestabilidad económica. Ese esfuerzo incluye la increible alquimia de sublimar a Moyano en las páginas de Clarín, en clave de heroica resistencia a CFK.
Sería esperanzador suponer que esta gestión se encuentra en este momento preparando el contra ataque, en terminos políticos, es decir, retomar la iniciativa política. La ha tenido durante 9 años, y no sería alocado pensar que pueda volver a hacerlo.
Por el bien de todos.
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