¿Cuanto tiempo le queda a Mauricio al frente de la Ciudad de Buenos Aires?
Evidentemente el hombre ha hecho todo lo posible para que lo castiguen. No ha dejado error sin cometer. La gente de TVR, de 678, de Duro de Domar, hacen un trabajo realmente a conciencia. ¿Estamos frente a una operación mediatica para "limarlo" a fondo, dejarlo fuera de juego?
Cuando lo pasan al mismisimo Nelson Castro, pidiendo la renuncia del jefe de gobierno de la ciudad, como se la habría pedido si el funcionaro fuera kirchnerista, deja en evidencia que a Mauricio le han soltado la mano. Se la soltó el padre, Franco. Se la soltaron los medios de comunicación opositores. Se la soltó Lilita, cuando dice que el fallo de la camara federal es correcto. Timidamente se la tienen agarrada Duhalde, la intelectual Beatriz Sarlo y por lo que pude ver, el señor Biolcati de la Sociedad Rural.El periodista Pepe Eliaschev también intentó un suerte de defensa. Pero está visto que la idea es dejarlo caer.
¿Cuanto le puede quedar a Mauricio?
Yo creo que no llega a agosto.
La pregunta es ¿está bien esto? ¿le hace bien esto a la institucionalidad?
Cuando en el 2009 le "pegaban" a Cristina, desde el campo, con la 125, Clarin, La Nación. Cuando estaba en juego la gobernabilidad del país, y Grondona se juntaba con Biolcati y se reían en una mesa, insinuando la finalización anticipada de la administración de Cristina. Cuando pasaba esto, no me gustaba, veía en eso un claro intento desestabilizador.
Cuando lo "cayeron" a De la Rua, tampoco me gustó. De la Rúa fue una victima. Primero de su estupidez, de su ingenuidad. Segundo de su incapacidad para disimular su ingenuidad (incapacidad asociada a su estupidez). Luego, de los que lo rodeaban, que no lo preservaron, no lo cuidaron.
Cada gobierno ¿tiene el destino que se merece?
Si un gobierno cae, es por que no ha sabido mantenerse en el poder, no ha sabido ejercer el poder. Es un poco como dice Hitler ante la inminencia del fin y de la derrota: si al pueblo alemán le pasa lo que le pasa, es por que se lo merece.
La presunta ineptitud de un gobierno ¿autoriza a sus rivales políticos a promover su finalización anticipada por medios institucionales y parainstitucionales? ¿cuál debe ser el rol de la oposición ante un gobierno que no acierta? ¿debería apuntalarlo o bien debería apurar su salida?
De la Rua cayó por sus propios errores e incapacidad, pero potenciadas y magnificadas por sus rivales políticos. Duhalde se encargó de darle el empujoncito final, y también de preparar ese empujon.
Mauricio va por la misma senda: su ineptitud, su falta de criterio con todo esto del Fino Palacios, de las escuchas telefonicas. Se ha movido con una torpeza tal, que uno no puede menos que pensar que es minimamente, negligente. Por otra parte, asi como no ha tenido la habilidad como para no quedar pegado en todo este merengue, tampoco la tiene para zafar. Por lo tanto, se podria decir que los dias de Mauricio están contados.
Cristina sí supo defenderse. Nestor tuvo no poco que ver. Además, existe un sustento y una legitimidad social que no pueden esgrimir ni Mauricio ni De la Rua. Una salida anticipada de Cristina hubiera implicado un levantamiento social de apoyo más que importante. Cristina venía, además, con el capital político heredado de Nestor, con una administración aceptable y una economía ordenada y en crecimiento. De ninguna manera se hubiera admitido la salida anticipada de Cristina con esos antecedentes, por más que a la Sociedad Rural, a Clarín, a La Nación y a Mariano Grondona les hubiera gustado.
En conclusión, el trabajo de desgaste deliberado sobre una administración es algo cuyo éxito depende de las bases de esa administración, de su eficacia de gestión, de su nivel de legitimidad. La finalización anticipada de una gestión de gobierno, aun siendo que la misma se produce siguiendo canales institucionales, constituye un hecho traumático para la democracia. El dilema es si esa administración debe ser igualmente sostenida, incluso por la oposición, o bien se debe ayudarla a apurar el trago de cicuta.
Cuando lo pasan al mismisimo Nelson Castro, pidiendo la renuncia del jefe de gobierno de la ciudad, como se la habría pedido si el funcionaro fuera kirchnerista, deja en evidencia que a Mauricio le han soltado la mano. Se la soltó el padre, Franco. Se la soltaron los medios de comunicación opositores. Se la soltó Lilita, cuando dice que el fallo de la camara federal es correcto. Timidamente se la tienen agarrada Duhalde, la intelectual Beatriz Sarlo y por lo que pude ver, el señor Biolcati de la Sociedad Rural.El periodista Pepe Eliaschev también intentó un suerte de defensa. Pero está visto que la idea es dejarlo caer.
¿Cuanto le puede quedar a Mauricio?
Yo creo que no llega a agosto.
La pregunta es ¿está bien esto? ¿le hace bien esto a la institucionalidad?
Cuando en el 2009 le "pegaban" a Cristina, desde el campo, con la 125, Clarin, La Nación. Cuando estaba en juego la gobernabilidad del país, y Grondona se juntaba con Biolcati y se reían en una mesa, insinuando la finalización anticipada de la administración de Cristina. Cuando pasaba esto, no me gustaba, veía en eso un claro intento desestabilizador.
Cuando lo "cayeron" a De la Rua, tampoco me gustó. De la Rúa fue una victima. Primero de su estupidez, de su ingenuidad. Segundo de su incapacidad para disimular su ingenuidad (incapacidad asociada a su estupidez). Luego, de los que lo rodeaban, que no lo preservaron, no lo cuidaron.
Cada gobierno ¿tiene el destino que se merece?
Si un gobierno cae, es por que no ha sabido mantenerse en el poder, no ha sabido ejercer el poder. Es un poco como dice Hitler ante la inminencia del fin y de la derrota: si al pueblo alemán le pasa lo que le pasa, es por que se lo merece.
La presunta ineptitud de un gobierno ¿autoriza a sus rivales políticos a promover su finalización anticipada por medios institucionales y parainstitucionales? ¿cuál debe ser el rol de la oposición ante un gobierno que no acierta? ¿debería apuntalarlo o bien debería apurar su salida?
De la Rua cayó por sus propios errores e incapacidad, pero potenciadas y magnificadas por sus rivales políticos. Duhalde se encargó de darle el empujoncito final, y también de preparar ese empujon.
Mauricio va por la misma senda: su ineptitud, su falta de criterio con todo esto del Fino Palacios, de las escuchas telefonicas. Se ha movido con una torpeza tal, que uno no puede menos que pensar que es minimamente, negligente. Por otra parte, asi como no ha tenido la habilidad como para no quedar pegado en todo este merengue, tampoco la tiene para zafar. Por lo tanto, se podria decir que los dias de Mauricio están contados.
Cristina sí supo defenderse. Nestor tuvo no poco que ver. Además, existe un sustento y una legitimidad social que no pueden esgrimir ni Mauricio ni De la Rua. Una salida anticipada de Cristina hubiera implicado un levantamiento social de apoyo más que importante. Cristina venía, además, con el capital político heredado de Nestor, con una administración aceptable y una economía ordenada y en crecimiento. De ninguna manera se hubiera admitido la salida anticipada de Cristina con esos antecedentes, por más que a la Sociedad Rural, a Clarín, a La Nación y a Mariano Grondona les hubiera gustado.
En conclusión, el trabajo de desgaste deliberado sobre una administración es algo cuyo éxito depende de las bases de esa administración, de su eficacia de gestión, de su nivel de legitimidad. La finalización anticipada de una gestión de gobierno, aun siendo que la misma se produce siguiendo canales institucionales, constituye un hecho traumático para la democracia. El dilema es si esa administración debe ser igualmente sostenida, incluso por la oposición, o bien se debe ayudarla a apurar el trago de cicuta.
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